Un sorbo de té inglés fantasmal en Truth Seekers
En un vistazo por la misma plataforma desde la que cada semana seguía American Gods llegué hasta Truth Seekers. No tenía ni idea de la existencia de la serie y es ahora, después de haberla engullido del tirón, que me entero de que pasó muy desapercibida en general y que, en parte por ello, se ha cancelado una continuación y se queda en una única temporada. Quizás en el futuro se convierta en una serie de culto.
Truth Seekers es una serie de terror y humor bastante interesante y bien llevada que consta de tan solo ocho capítulos de una media hora de duración. En ellos tenemos al protagonista (Gus) junto con un nuevo compañero de trabajo yendo a hacer instalaciones de internet y arreglando algunos que otros desaguisados con la red a domicilio. No todo es cotidiano y normal, ya que es como si tuvieran un imán para lo sobrenatural juntos o venido por Elton, lo que entusiasma a Gus que es un amante de los fantasmas y lo no tangible hasta el punto de que incluso tiene un canal de youtube llamado Truth Seekers.
En esta serie tenemos pequeñas historias con una trama más importante de fondo sobre Gus y Elton. El terror es muy ligero, por lo que no tendremos muchos sobresaltos. Es más una comedia con esos elementos sobrenaturales, al igual que sucedía en Shaun of the Dead y el resto de entregas de la trilogía del Cornetto, de la que es normal encontrar parecidos porque tenemos a Simon Pegg como guionista junto con Nick Frost; además ambos aparecen como actores, uno como David, el jefe de la empresa de internet, y el otro como Gus.
Truth Seekers está bastante bien llevada, tiene momentos muy frikis y es lo suficientemente entretenida como para tirarse en el sofá con una tarrina grande de helado o unas patatas fritas para disfrutar de las rarezas en las que se envueltos los personajes principales.