La visión televisiva de American Gods
Se han quedado en tres las temporadas de American Gods. Todo apuntaba a que se cerraría en una cuarta, pero finalmente se ha cancelado el proyecto y nos quedamos todos con un final abierto y ambiguo de esos que te desgarran por dentro.
Esta serie de ficción está basada en el libro homónimo de Neil Gaiman, quien se involucró lo suficiente con el proyecto como para que pillaran la idea principal y a sus queridos personajes, ampliando la historia que él había relatado. No estuvo tan de lleno como en Good Omens, ya que ahí quería cerciorarse de que la fidelidad con el libro era brutal y por ello quería que todo se cerrara en una temporada. El porqué de no dejarles espacio a la creatividad en la adaptación se debió a que él sentía que era lo menos que podía hacer por su amigo Terry Pratchett, coautor de esa novela que tenía como sueño que se cuidase al detalle esa versión en vídeo y falleció antes de ver el resultado final con sus propios. No me cabe duda de que habría estado muy orgulloso.
American Gods nos cuenta una historia en la que los viejos dioses terminaron de algún modo en América, donde hay una guerra entre ellos y los nuevos dioses. El protagonista es Sombra, un exconvicto que conoce a un hombre misterioso que se hace llamar Miércoles y que le hace todo el lío para que se convierta en una especie de chico de los recados, aunque según avanza la trama y veamos hasta qué punto es todo turbio y qué papel van desempeñando los distintos dioses y cuál es la identidad de ese señor, nos daremos cuenta realmente de las dimensiones del conflicto.
El ver a tantos dioses de diferentes mitologías interactuando entre sí me ha parecido muy guay. Pero más aún el que se centrase más en la nórdica que en ninguna otra y que es a través de esta desde la que sacábamos todas las relaciones así como las escenas más potentes.
La serie me ha parecido muy interesante y sus personajes me han gustado muchísimo, especialmente los dos protagonistas y Laura que para ser un zombie gran parte del metraje, estaba muy viva y espabilada. El experimento de desvirtuarse del libro para ofrecernos más contenido a mí me ha resultado satisfactorio. Lástima que no se alcanzasen las cuotas y que tengamos un final abrupto y nunca vayamos a saber cuál será el destino de Sombra.