Un breve comentario sobre Tales of Vesperia

En su momento, hace ya seis añazos, cuando hice mis tops de juegos y de sagas aquí en el blog, mencioné en ambos casos Tales of Vesperia, ya que para mí supuso algo tan importante que lo jugué varias veces en compañía, puesto que una de las cosas que me gustaban especialmente de esta serie, a diferencia de otros juegos, era que podía jugar a dobles en los combates, que es mucho más cómodo y divertido aún para cuando se juega en pareja, que es algo que en mi caso sucede relativamente a menudo.

Cuando salió este rpg para Switch tardé un poco en cogerlo por banda, por diversos motivos, y ni siquiera lo jugué realmente del tirón, pero aunque fuera a pocos, lo fui disfrutando en cada sesión que le dedicaba.

Tales of Vesperia es un juego de rol de acción en el que el protagonista es alguien fiel a sus amigos y a sus principios. Si ve que la justicia no funciona, se la toma por su mano. Es descarado y completamente atípico con respecto a lo que solemos ver ya no solo en otros títulos de características similares y enfocados a un público juvenil, sino en general.

Ir de ciudad en ciudad, adentrarse en las mecánicas de este título, que son continuistas con respecto a anteriores de la serie, pero al mismo tiempo tiene incluidas cosas que lo hacen único es muy divertido. Presenciar las diversas interacciones entre esos personajes, cada uno con su voz y su personalidad o disfrutar de las escenas de animación también hacen que a uno no le apetezca demasiado soltar el mando. Me encanta sobre todo cómo evolucionan los personajes y sus relaciones, lo bien narrada que está la historia y por supuesto lo entretenida que es su jugabilidad, así como el contenido que tiene, especialmente esta versión que tiene más personajes, una historia ampliada y más cosas para hacer todavía que cuando salió hace años para cierta consola de Microsoft. El mundo de magia, criaturas de todo tipo, razas variadas y dragones que se muestra en Tales of Vesperia es muy rico y adentrarse en él es una pequeña maravilla que recomiendo a todos los fans de la fantasía, la ciencia ficción y, sobre todo, las buenas historias.