Congoja en El desorden que dejas
A ciegas, se pinchó en una ocasión de prueba una serie en Netflix para verla tirados en casa. No teníamos ni idea de qué era, sólo teníamos dos datos y con eso nos bastaba: era española y que se había rodado en Galicia. Ahora puedo decir que fue un acierto escoger esta, de entre todas las opciones que la plataforma nos ofrecía. Dos noches tardamos en finalizarla, cuando, por lo general, solemos dormirnos pronto y no devoramos tan rápido las cosas en días de diario.
El desorden que dejas es una serie de ficción basada en el libro homónimo de Carlos Montero, quien también ha trabajado directamente en la adaptación audiovisual como director y guionista.
La serie nos transporta desde Coruña a Novariz (Celanova en la vida real) junto a la protagonista y su marido. La pareja necesitaba un cambio de aires, sobre todo Raquel, que estaba muy agobiada con los últimos acontecimientos de su vida y la pérdida de su madre; así que ambos aprovechan para volver al pueblo natal de él, cuando a ella le sale una plaza como profesora en el instituto del pueblo. Allí, muy pronto descubrirá que sucedió algo extraño con la anterior docente a la que está sustituyendo y que nada es lo que parece. Está en un entorno mucho menos cordial de lo que se imaginaba, ya que creía que el único sitio donde tendría rencillas sería en la casa de esa suegra que siempre la critica y para la que no es suficientemente buena, pero eso al final se queda en nada en comparación a lo que le tocará vivir.
La historia está súper bien narrada y no nos lleva de la mano, sino que juega mucho al despiste con nosotros desde el primer momento. Además, no es una historia policiaca, aunque su género sea indudablemente el del thriller criminal, porque no tenemos a ningún personaje principal que pertenezca al cuerpo, sino que es el personaje que interpreta Inma Cuesta el que, a su manera y más para protegerse a sí misma, va averiguando qué fue lo que sucedió antes de su llegada con Viruca (Bárbara Lennie) y qué secretos esconde ese pueblo donde raro es el que no esconde algo, de un modo o de otro. Donde todos son sospechosos.
Una serie de misterio muy buena y que no es tan popular como debería, porque calidad no le falta a ninguno de los aspectos en cuanto a su puesta en pantalla.