Un litro de lágrimas (1リットルの涙)
Para seguir ejercitando el oído con el japonés me he visto la serie «Un litro de lágrimas» (1リットルの涙, ichi ritoru no namida). Los nipones a las series las llaman dorama (ドラマ) por la palabra drama por el sentido de interpretación de la palabra que después debido a las obras de teatro griegas que eran en su mayoría tragedias, nosotros utilizamos continuamente con el sentido de que es algo para llorar, que es dramático y justo es algo que en Un litro de lágrimas se da también, aunque podríais imaginarlo con el titulito de marras.
Un litro de lágrimas es una serie de tan solo 11 episodios en los que se cuenta una historia basada en hechos reales para la que se han tenido en cuenta los registros del diario de Aya Kitou y también se ha hablado con sus parientes para así poder crear un guión de lo más fiel, aunque llevado al siglo XXI en lugar de estar todo a finales del siglo XX como en los hechos reales y cambiándose además el apellido de la protagonista (y por consecuente de su familia) por el de Eikichi y metiendo también a alguien cercano a ella para que hubiera una relación amorosa y de verdadero apoyo moral, pero por lo demás, tanto el trabajo de cada uno de ellos, como lo unidos que estaban todos o cómo se tomaban la noticia de la enfermedad de Aya y cada uno de los cambios que ella sufría, parece ser que están plasmados con mucha fidelidad y que realmente esta chica ha llegado a darle mucha fuerza y ganas de vivir a gente con otros problemas o incluso con su misma afección y que a día de hoy sigue siendo incurable, una enfermedad de degeneración espinocerebral con la que pierde, como se explica en la serie, el control sobre su cuerpo por completo.
En la serie se presenta de maravilla a los personajes y las escenas escogidas para ver la evolución de esa enfermedad tan dolorosa, junto con la manera de afrontarlo de la protagonista, siempre dejaban con ganas de ver otro capítulo más. Avanza todo tan rápido para la pobre Aya… es muy triste ver cada nuevo estado de su enfermedad y saber desde el principio cuál será su final, pero al mismo tiempo es bonito ver cómo lucha para continuar viviendo el resto de sus días de la mejor manera que pueda y sobre todo intentando ayudar a los demás mientras tiene la esperanza de que se consiga una cura con la que pueda volver a la normalidad, una cura con la que pueda seguir jugando al baloncesto, con la que pueda caminar junto a sus amigos, con la que pueda ser una chica como cualquier otra.
Aunque podéis pillar unas lloreras tremendas, merece la pena verse la serie, si no tenéis problemas con la versión original subtitulada, ya que esta serie no está licenciada en nuestro país.
No estoy muy puesta en actores, actrices, cantantes, etc. de origen nipón, porque hay tantos que… pero como suele ser habitual en las series, la protagonista es también una idol (Erika Sawajiri) y su amigo (Ryo Nishikido) está en un par de grupos de música de la discográfica Johnny’s Entertainment Imperial Records que ficha a los que por allí se consideran guaperas, es decir, que tiene lo que aquí llamaríamos grupos para quinceañeras.
Como no estoy nada puesta en doramas, podéis recomendarme alguno si queréis y os lo agradecería. Pero que sea de origen japonés, ya que aparte de como entretenimiento quiero verlos para escuchar el idioma.
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