En la senda de Wilde con Súper Empollonas
Hace un tiempo fui al cine a ver Súper empollonas (Booksmart en el original en inglés). Si bien su título es certero, no suena demasiado bonito, pero por lo menos no se llama La noche de las nerds como en Hispanoamérica. Reconozco que, nombres aparte, le tenía bastantes ganas porque es la primera película de Olivia Wilde como directora y ella ya me gustaba de antes. Más curioso que el de la ex-intérprete de la Doctora 13 en Dr. House tenga ahora una ópera prima con un nuevo rol, lo es que prácticamente todo el reparto estaba formado por mujeres y que además se trata de una película que reivindica los derechos que exigimos las feministas y al mismo tiempo lucha por la normalización de la inclusión del colectivo LGBT+. Lo hace además de un modo ameno y divertido, para que así cualquiera pueda aprender términos y trabajar por deconstruirse para combatir el mal, porque nosotros somos superhéroes y superheroínas si nos lo proponemos y unimos nuestras fuerzas.
En esta película tenemos como protagonistas a dos adolescentes que están a punto de graduarse del instituto y que una noche antes de recoger su diploma se dan cuenta de que nunca han ido a ninguna fiesta ni han hecho nada más que estudiar para sacar las mejores notas, mientras que otros compañeros se lo pasaban pipa y también han aprobado. Piensan que podrían haberse exigido demasiado y que además los demás quizás las vean como unas tías aburridísimas, por lo que deciden liarla por una vez antes de que comiencen las vacaciones de verano y su ingreso en la universidad.
La historia es una concatenación de escenas cómicas en las que las protagonistas luchan por superar sus miedos, por disfrutar de los que serán sus últimos momentos juntos antes de que una de ellas emprenda un viaje temporal a otro país, mientras la otra se queda en la ciudad dejando simplemente el tiempo pasar hasta que dé comienzo la universidad.
¿Se vienen a la cabeza palabras como sororidad o empoderamiento viendo a las dos protagonistas? Desde luego y, como son humanas y por tanto no son perfectas, tienen también sus desavenencias.
Su pero es que tira de clichés americanos bastante. Quitando eso, vale la pena de sobra.
Súper empollonas es una comedia ligera con un mensaje muy claro que tiene unos personajes bastante bien construidos. Se moja lo suficiente en su queja sobre lo que supone ser mujer en una sociedad como la nuestra, especialmente si remas más a contracorriente que lo que va unido a nuestro género por defecto, ya sea por tu aspecto físico, tus hobbies o tu orientación sexual; sean cosas que has decidido o no, no es como para avergonzarse en absoluto. Su moraleja es del estilo de: vive y deja vivir. Y eso, aunque básico, a veces parece que a todos se nos olvida.