Kekkon Dekinai Otoko ( 結婚できない男)
El último dorama que me he visto es Kekkon Dekinai Otoko (結婚できない男) que significa: el hombre que no se puede casar.
En Japón están bastante obsesionados con el tema de estar casados, formar una familia, etc. y además en muchos casos son bastante tradicionales y machistas de manera que cuando una mujer se casa se convierte en ama de casa y tiene que dejar su trabajo Bien es cierto que no es el único país del mundo en el que pasa y que en realidad en todas partes hay gente que ve eso como una meta o le da una importancia exagerada, mucho mayor de la que a mi parecer tiene, pero en Kekkon Dekinai Otoko precisamente se aborda el tema de una manera bastante divertida desde un protagonista cuarentón bastante antipático y con problemas sociales (aunque de gran corazón) que ve eso de estar con alguien como un incordio porque es alguien bastante meticuloso y maniático y además disfruta de la soledad.
Claramente Kekkon Dekinai Otoko entraría en la clasificación de comedia romántica, pero al ser todo de progreso bastante lento y viéndose tanto del día a día de Kawano y de la gente de su entorno, tampoco estaría de más meterlo en el saco de los slice of life.
Kuwano es un arquitecto que es un genio en su trabajo, que adora la música clásica, las carnes rojas y la tranquilidad, aunque un buen día su vida cambiará, tras ponerse enfermo y tener que ser socorrido por su vecina, terminando en el hospital de su cuñado, pero atendido por una médico con bastantes malas pulgas. De golpe, por ese episodio que para otros podría ser anecdótico, tanto su vecina como la doctora entran en su vida, dos solteras bastante diferentes entre sí, que además se harán amigas y que sin saber cómo, se enamorarán de él, pero sin que se cree un triángulo amoroso, ya que en realidad hay otra punta más en este objeto geométrico, puesto que una compañera suya de trabajo también se siente atraída por esa personalidad tan peculiar.
El dorama consta de 12 capítulos de unos tres cuartos de duración cada uno y aunque no sea una partida de caja, está lo suficientemente entretenido como para tener el gusanillo de si al final el protagonista acabará más solo que la una, o si escogerá a alguna de las tres chicas que le andan rondando, aunque si hay algo que me ha gustado especialmente son algunas de las cosas que van ligadas a la cultura nipona y que se reflejan muy bien en la serie, como lo que comentaba antes sobre los matrimonios y que eso supone un cambio brutal en la vida de los que se casan, o cómo las agencias organizan tours para conocer aspectos de la ciudad orientados a nipones, aunque pueden apuntarse también los extranjeros (al pensar en visitas guiadas uno siempre piensa en turistas, y aquí se demuestra que ellos tienen también cosas que contarles a los que viven en esa misma ciudad, con circuitos por ejemplo sobre lugares de cine, edificios históricos, etc.).
Una serie sin grandes vuelcos, pero con historietas amenas por aquí y por allá con las que conocer a la gran cantidad de personajes secundarios que enriquecen a ese protagonista del que nos podríamos cansar si no fuera por sus amigos, conocidos y familiares.
Lo que no me ha gustado es que se juega demasiado con la casualidad. Siempre todos se encuentran con todos, todos terminan escuchando cuando se habla de ellos al aparecer en el momento más inoportuno, etc. Que esto puede ocurrir alguna vez, pero desde luego no con la frecuencia con la que se ve en Kekkon Dekinai Otoko y menos si tenemos en cuenta que ocurre en Tokyo que no se puede decir que sea un pueblecito de apenas unas decenas de habitantes. Pero, por lo demás, como decía, dorama que no está mal, sobre todo para los amantes de Japón, pero que tampoco es la última gran revelación ni tiene un argumento complejo o que vaya a pegar un giro con el que nos quedemos con el culo torcido.